La palabra Yoga, en sánscrito, se traduce literalmente a “unión” , donde se integran todos los aspectos de nosotros mismos, cuerpo, mente y espíritu, en total armonía.
Armonía que se traduce en perfecta conexión con cada parte de tu cuerpo, con cada tejido de tu alma. Cuando hablan de Yoga muchas personas tienden en su imaginario a direccionarse a temas religiosos, pero en realidad Yoga es un estilo de vida, es un arte, es la unión del flujo energético que rompe esquemas, que cambia tu realidad y tu forma de ver, sentir y vivir la vida.
Practicar Yoga trae beneficios físicos y emocionales, pero el mayor beneficio que te puede dar es encontrarte a ti mismo libre en un tapete, integrando la energía en tu ser físico y tu ser espiritual. Elevar el estado de la mente, por medio de una sesión de Yoga donde tienes complementos como la meditación y ejercicios de respiración, le brinda a tu cuerpo mayor flexibilidad, menos estrés, más vitalidad, calma la mente y la clarifica, te proporciona salud para tu espalda que es un eje central y logra que todo tu cuerpo funcione de manera eficiente por medio de una experiencia directamente del corazón.
Visualizar el Yoga como un gran sol interior es la forma más positiva de avanzar a un estado de simplicidad, donde menos es más.
La simplicidad, es la forma misma de la libertad, es respetar tu propio proceso por por medio de la autodisciplina y el conocimiento de ti mismo, sin llegar a un punto de dañar tu cuerpo físico para poder llegar a una postura sin pensar en tus alcances.
Volver a lo natural, volver a sentir y respirar de manera consciente, es volver a nuestras raíces, volver a la madre tierra, que por medio de su gran sabiduría nos muestra el camino y las respuestas.
Cambiar tu estilo de vida por medio de la practica de Yoga, te lleva a tener una mente abierta, a tener conciencia de tu entorno, conciencia de tu cuerpo, de tus limitaciones y de las barreras que debes romper para llegar al estado absoluto de armónia. Estamos en el momento perfecto para tener experiencias nuevas, que alimenten el alma, el cuerpo, la mente y el espíritu.
Hoy te proponemos aromatizar tu ambiente con alguna esencia en la que encuentres la calma, en encontrar un espacio en el cual sientas tranquilidad, ponerte en una postura cómoda, cerrar los ojos, respirar conscientemente 5 minutos y pensar en algo que alegra tu vida y te darás cuenta que solo sentarte por un corto tiempo y estar presente de manera positiva transformara tu entorno y tu disposición para el resto de día.
1. Adho Mukha Svanasana o postura del perro boca abajo: Es una asana que energiza el cuerpo y te ayuda a aliviar el estrés, el insomnio y la fatiga. También te puede ayudar con los dolores menstruales y ha mejorar la digestión. Además es una postura de yoga para enraizarnos y conectarnos con la tierra.
2. Bhujangasana o postura de la cobra: Esta postura te ayuda a masajear los órganos femeninos, a darle fuerza y vitalidad al cerebro y mejorar tu concentración ayudando a centrar tu mente. También va a mejorar la resistencia de tu cuerpo al estrés, pues esta postura mezcla relajación y tensión en diferentes intensidades.
3. Vrkasasana o postura del árbol: Esta es una de las posturas de yoga que se tratan de dar equilibrio a tu cuerpo, de lograr que tus pies sean las raíces del árbol y tu brazos las ramas. Nos ayuda a trabajar el equilibrio entre cuerpo y mente mediante la concentración; fortalece los músculos de los tobillos, pantorrillas, muslos y la columna vertebral mientras estira el pecho, los hombros y la ingle.
4. Balasana o postura del niño: La postura del niño es una postura de descanso que te devuelve a la armonía y al equilibrio y que te ayuda a abrir la mente. Normalmente se practica intercalada con otras asanas más intensas para extender la columna y relajar.
¡Nuevos hábitos, nuevos caminos hacia el autoconocimiento!
